A lo largo de mi vida he experimentado muchos cambios, teniendo siempre como única opción, transformarme, reinventarme. Por eso sé que ningún hábito es para siempre, que todos dependen de ti, que los tienes que alimentar y que tú decides cuáles alimentas. Tus hábitos pueden ayudarte a alcanzar tus metas o pueden destruirte, esta en tus manos, asumir esta responsabilidad es el primer paso.
Somos seres de costumbres y las costumbres se vuelven hábitos y estos hábitos moldean nuestra vida le dan forma a nuestra existencia y dirección, eres lo que haces, no lo que piensas o deseas. Tus actos diarios (hábitos) te llevan a que alcances tus objetivos o te avientan años luz lejos de ellos y la única persona que tiene la capacidad de transformarlos eres tú misma.
La vida siempre se encarga de mostrarte lo poderosa que puedes ser cuando tú te decides por algo. Decídete.